Día 10, llega un nuevo vecino.

Cómo será? juega mi imaginación.

Son las 10, suena un coche en la puerta.

Quién será? el nuevo del 10!

Míralo, eeeeeh! caramba con el nuevo!!

Fíjate, ummmm! pero si es un bombón!!

Qué lleva ahí? Es un instrumento!!

Qué tocará, trompeta o trombón?

Espérate que no veo bien el estuche que lleva al hombro.

Creo que… parece que… no puede ser un trombón.

Espera a ver, sí, parace ser… joder date la vuelta!!!

Sí sí síiiii Toca el saxofón!!!

Me pongo un vestido negro, tacones, me recojo el pelo.

Me digo puedes hacerlo. Me sonrío ante el espejo.

Subo las escaleras taconeando como las flamencas,

acerco la mano al timbre y, sin tocarlo, se abre la puerta.

Lo miro de arriba a abajo, joder! vaya tiako!!!

Le digo, soy la del cuarto, si te apetece tomamos algo.

Me invita a entrar, te puedes sentar, y señala con un dedo

aquel sofá, un gran sofá, muy a juego con el resto.

Qué es aquello que reluce en lo alto del tresillo?

Es el saxo de mi vecino que le estaba sacando brillo.

Lo cojo entre mis manos y me acerco musitando

palabras desordenadas que ordenadas son:

– tócame el saxofón!!

– tócame el sexofón!!

– tócame el saxofunk!!