Domingo por la tarde sin saber que hacer,
cambio canales uno tras otro, no hay nada que ver.
Intento leer un libro que alguien me prestó,
una tras otra devoro líneas sin notar sabor.
Tratando de evadirme un domingo más
salgo a relacionarme con la humanidad
y encuentro en mi arbitrario caminar
tantas personas y animales a los que mirar.
Son criaturas a todo color
con vidas llenas de escenas tiernas y otras de dolor.
Dirigiendo sus vidas como un telefilm
secuencian su existencia de principio a fin.
Dibujando sus vidas como animación
empiezan cada día al gritar acción.
0