Deberemos salir cuando el sol ya se esconde,
deberemos cubrir nuestros rostros sin nombre.
Tendremos que intentar permanecer ocultos,
deberemos subir a algún coche oscuro.
Deberemos entrar por puertas distintas
y también procurar no dejar pistas.
Deberemos medir a quien decimos algo
dentro del ascensor que nos lleve hasta el cuarto.
Y una vez allí, entregar nuestros cuerpos
el uno al del otro sin miramientos,
y sentir la pasión y las caricias,
y los besos profundos como mordidas.
Y debemos marchar antes de que el sol salga
bañando con sus rayos las calles al alba.
Pagaremos los gastos con billetes usados
por miles de personas para no dejar rastro.
Y volver a coger ese coche oscuro
que nos deje en la puerta de un hogar puro,
donde nos espera el sentimiento
de quien nos quiere y nos da aliento.
Y una vez allí, entregar nuestros cuerpos
el uno al del otro sin miramientos.
Y sentir la pasión y las caricias,
y los besos profundos como mordidas.
Y mirarnos los ojos y reconocernos,
y saber que sabemos que nos queremos,
tanto siendo pareja como desconocidos
nuestros amor es tan fuerte y es el mismo.
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